Luna, escucha mi voz
dile cuanto lo pienso
cuanto lo extraño
que no lo olvido...
Tú señora luminosa
maga de las noches
que alumbraste secretos
de miradas cómplices
y risas compartidas.
Te arrobaste el derecho
de ser la única testigo,
testigo de nuestro amor.
Pero ya es tarde
la noche avanza
con manto envolvente.
La playa oscurece
y el brillo de tu luz
en el mar desparece.
Yo arrodillada a su orilla
y con la fe perdida,
aquí me tendería
en pasible agonía...
SDD
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