que en mi cabalga,
trotamos juntas
en las llanuras.
Los verdes pastos,
ya se han secado.
Las aguas
se han retirado
y en la pradera
sólo quedan,
los espectros
de las llamas
que la abrazaron.
Aquella tierra,
cuán fértil era
para vida postrera.
Ahora estrena
su nuevo traje
de páramo desolado.
Ni el aullido de vientos,
ha quedado.
ha quedado.
Mi vida ...
no busques vida,
no la encontrarás
el suelo arrasado,
sólo eso, verás...desierto cara mujer.jpg
S.D.D.
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