lunes, 10 de febrero de 2014

LA LUNA....


El tiempo descansó en ella para embellecer a su hija dilecta: la Noche. La primera cautiva de su hechizo, fue una asiria que en su honor, derramó lagrimas de oro y se convirtió en su adoradora. Las lánguidas damas griegas la hicieron prisionera de sus cuitas, y el rey Sol se ufanó de abrazarla con su luz.
Ése fue el comienzo..............
Más tarde cada uno de los mortales  que comenzó a poblar la Tierra se sintió su dueño. Entonces prestó su aval a infinitos juramentos de amor, Fue testigo escandalizada de la metamorfosis de ciertos hombres y se erigió en celebrada musa de poetas y trovadores.
Después de muchos siglos, se cansó de tanta locura desatada, del aullido de los lobos, del sigilo de los amantes, de la vanidad de los jardines. de los sortilegios de las brujas y de las tonterías de los poetas. Entonces la divina Selene, la vieja y zarandeada Luna, sin vacilaciones previas se arrojó a la tierra, sobre un manto de azaleas que blancas y bellas se tornaron.
En su lugar dejó a la Diosa nórdica, Freya, diosa de la belleza y del amor, para alegría de poetas y trovadores, que en ausencia de su musa, callaron en las noches. Sólo el aullido de los lobos se escuchaban evocando a su Luna ..............